En ocasiones ya te hemos hablado de alternativas para reducir el plástico en tu día a día. Como sabemos que no es fácil, ya que nos dan plástico hasta en la sopa, esta vez queremos darte unos sencillos pasos para empezar a reducir el uso de plástico. Empieza añadiendo a tu vida estas 4 simples alternativas:
Tabla de contenidos
Bolsas de tela reutilizables
El primer cambio que te proponemos puede que sea el más básico, sencillo y al alcance de todos. El que no puede faltar bajo ningún concepto: las bolsas de tela reutilizables. Para la compra de comida, para frutas y verduras, para ropa, para cualquier cosa que se te ocurra.
Solo en Europa se consumen 100 billones de bolsas de plástico al año. Y puesto que el coste del reciclaje de estas es mucho mayor que volverlas a producir de nuevo, suelen acabar en vertederos, en el mar o incineradas. Todxs sabemos el gran impacto medioambiental que tiene el uso de este tipo de bolsa. En España ya es obligatorio cobrarlas, en algunos establecimientos las han sustituido por bolsas de papel. Pero no es suficiente.
Muchas personas aun están dispuestas a pagar por ellas, porqué, total, ¿qué son 15 céntimos? Otras se van con la conciencia tranquila pensando que usando la bolsa de papel están haciendo un favor al planeta. Eso no es así. Las bolsas de papel pueden seguir teniendo plástico, solo se degradan en condiciones controladas que no se dan en el medio ambiente y seguirán llegando a nuestros océanos ya que también son de un solo uso. [Fuente: greenpeace]
La solución no es cobrar, la solución no es cambiar por papel. La solución es acabar con el usar y tirar. Todo lo que tenga un solo uso tiene un impacto medioambiental enorme en el planeta.
La verdadera solución sería dejar de producir estos tipos de bolsa. Pero como los establecimientos no están mucho por la labor, somos lxs consumidorxs que tenemos que actuar. Seguro que no sales de casa sin tu cartera. O sin una chaquetilla por si refresca. No salgas tampoco sin tu bolsa de tela. Ponla al lado de las llaves, así seguro que no se te olvida. ¡Las hay que caben hasta en el bolsillo!
Botellas reutilizables
Alguien dijo una vez, «vamos a crear un recipiente artificial y altamente contaminante para llenarlo con el líquido más necesario para el ser humano». Ole tu. Debía ser hermano del de «vamos a cultivar nuestra comida con veneno».
Una botella de plástico tarda más de 500 años en descomponerse y el 80% de todas las que se compran cada año acaban en vertederos.
Usando una botella reutilizable, no solo estas haciendo un gran favor al planeta, sino que además es más económico. Puedes rellenar tu botella en fuentes, o en casa cuando el agua del grifo es potable. Y si tienes que comprar agua embotellada, compra garrafas, cuanto más grandes mejor, y ves rellenando tu botella reutilizable. Así reduces la cantidad de envases que usas.
Nosotras usamos las Klean Kanteen, que además de ser de gran calidad y fabricadas sin dañar el entorno, es una empresa que apoya muchas organizaciones medioambientales.
Copa menstrual y compresas de tela
Podríamos escribir un post entero hablando de porqué no se deben usar salvaslips, compresas y tampones convencionales. Resumiendo mucho:
- Llevan productos químicos, como blanqueante o perfumes, que pasan a nuestro cuerpo y afectan al ph de la vagina, de manera que esta no puede defenderse de infecciones.
- No se reciclan, por lo que terminan en los océanos, los vertederos, etc.
Según un estudio realizado en Estados Unidos, una mujer puede llegar a usar 11.400 tampones o compresas a lo largo de su vida. Y ninguno de estos va a reciclarse. Imagínate la cantidad de basura generada.
La copa menstrual puede durar hasta 10 años. 10 años de menstruación sin generar ni un solo desecho. Están hechas de materiales hipoalergénicos, y son mucho más saludables que los tampones y compresas, pues no afectan el ph vaginal. Requiere un poco de práctica, pero no hay que desesperar, ¡vale la pena!
La que usamos actualmente, como ya hemos dicho en varias ocasiones es la naturcup, hecha además en España.
Y si no hay manera, existen las compresas de tela, igualmente válidas. Mejor si las compras orgánicas, así te aseguras de que produciéndolas no han hecho daño alguno al planeta. Y no te preocupes, aunque no lo parezca, son más absorbentes que las compresas convencionales. Y aunque no tengan perfume, no vas a oler mal. Es curioso pero lo que hace que huela son la cantidad de productos químicos que usan las compresas y tampones convencionales.
Cepillos de dientes biodegradables
Para acabar con los primeros pasos para reducir el uso de plástico, vamos a hablarte de los cepillos de dientes biodegradables. Todos los cepillos de dientes de plástico que has usado en tu vida siguen en este planeta. Y si los cambias cada tres meses, como es recomendable, haz cálculos. Una barbaridad.
Podemos encontrar cepillos de dientes 100% biodegradables. Estos suelen estar hechos de madera de haya y cerdas naturales, obtenidas de pelos de cerdos criados en granjas pequeñas.
Aunque también existe una opción vegana. Los cepillos de dientes de bambú tienen el mango biodegradable y puedes tirarlo directamente al contenedor orgánico. Las cerdas, por otra parte, son de nylon. El nylon es un plástico y, por tanto, no es biodegradable. Pero sí reciclable. Solo hay que separar las cerdas del mango y depositarlo todo en el contenedor correcto. En la web de sin plástico hemos encontrado una perfecta guía para que elijas bien tu cepillo de dientes ecológico.
Así que ya sabes, ponte las pilas y empieza poco a poco a cambiar tus hábitos. ¡A por una vida sin plástico! 🙂
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