¿Te habías planteado alguna vez cómo se hacen tus cosas? El mismo móvil u ordenador que estás usando ahora mismo. ¿Sabes qué pasará con él cuando se rompa o simplemente decidas comprarte uno más moderno? Seguramente se convierta en un residuo inservible y acabe en algún vertedero. Pero esto no tendría porque ser así. ¿Te animas a cambiarlo?
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La economía lineal
A veces es difícil de creer lo rápido que evolucionamos en unas cosas y lo parados que somos en otras. Desde la revolución industrial, allá por el año 1780, nuestro modelo de producción y consumo ha sido lineal. Este se basa en la extracción de materia prima, la producción de bienes, el consumo y la generación de residuos. En resumidas cuentas, producir, usar y tirar. Un claro reflejo de una época en la que la energía, los recursos y el crédito no eran limitados (o eso creían). La falta de conciencia sobre los problemas medioambientales hizo que este tipo de economía quedase muy arraigada en nuestra sociedad. Una sociedad de consumo.
Es ahora cuando empezamos a darnos cuenta de que el sistema lineal no es compatible con un mundo de recursos limitados y que no puede adaptarse al creciente impacto de las emisiones de agentes contaminantes. Necesitamos cambiar radicalmente el actual sistema. Tenemos que hacerlo por nosotros, por las generaciones futuras y por todos los seres vivos que habitan este planeta. De ahí surge la economía circular, una forma de reducir la extracción de materias primas, de aprovechar al máximo los bienes producidos y de evitar la generación de residuos.
La economía circular
El principal objetivo de la economía circular es resolver los problemas medioambientales que sufrimos actualmente. Su finalidad es reducir tanto la entrada de materiales, como la producción de residuos. Necesitamos un sistema de producción que reduzca al máximo la extracción de materias primas y que se creen los nuevos bienes pensando siempre en su uso, pudiendo ser siempre reparados, y el qué pasará después de su vida útil. Es como una rueda. Se extrae la materia prima, se crea el producto y se consume. Posteriormente, al acabar su vida útil, este se recicla, convirtiéndose así en materia prima otra vez, con la que se producirán nuevos productos. De esta manera, por una parte dejamos de extraer materias primas, que son limitadas, y por otra, dejamos de producir residuos, ya que estos se usan para crear bienes nuevos.
Para entenderlo mejor, te recomendamos este vídeo sobre la economía circular, realizado por la fundación COTEC para la Innovación, que explica todo el proceso de producción que seguiría la economía circular con un ejemplo con el que nos podemos sentir identificados. El teléfono móvil.
Principios de la economía circular
- Diseñar la prevención de los residuos. Los productos y servicios se pueden diseñar de manera que se reduzca radicalmente la producción de residuos. Ponemos algunos ejemplos:
- Aparatos electrónicos. Se deben poder cambiar las piezas, pudiendo usar las piezas rotas para producir otras nuevas.
- Alimentación. Todo lo biodegradable vuelve a la naturaleza en forma compost.
- Piezas de ropa. Deben ser orgánicas y reciclables, es decir, se tienen que poder convertir en piezas de ropa nuevas o tienen que volver a la naturaleza en forma de compost.
- Segundo uso. Relacionado con el punto anterior, consiste en reintroducir en el circuito económico aquellos productos que ya no corresponden a las necesidades iniciales de los consumidores.
- Reutilizar materiales para elaborar nuevos productos. Piezas viejas que sirvan para hacer piezas nuevas, ya sean de aparatos electrónicos, de productos textiles, etc. O hacer envases que puedan volver a usarse, como botellas de vidrio.
- Reparar productos estropeados para que se puedan seguir usando. Crear productos desmontables que a los que se puedan cambiar las piezas estropeadas por piezas nuevas.
- Reciclar materiales que se encuentran en los residuos. Cuando se acaba la vida útil de un producto, es decir, que ya no pueda reutilizarse o repararse, que este se pueda reciclar para convertirse en un producto nuevo. Por ejemplo, una libreta en la que ya hemos usado todas sus páginas, que esta se recicle para convertirse en nuevo papel.
- Usar energías renovables. La economía circular propone el uso de recursos renovables en todo el ciclo para disminuir el impacto negativo en el medioambiente.
- Aprovechar energéticamente los residuos que no se pueden reciclar, por ejemplo, incinerándolos para obtener energía.
- Apostar por la economía local. Así se evitan costes innecesarios, como el transporte. También crecen las posibilidades de desarrollo locales.
- Sistema de alquiles de bienes. Eliminar la venta de productos en muchos casos para implantar un sistema de alquiler de bienes. Cuando el producto termina su función principal, vuelve a la empresa, que lo desmontará para reutilizar sus piezas válidas. Como en el ejemplo del vídeo anterior, en lugar de comprar un móvil, lo alquilaríamos por un precio más barato y, al cabo de un tiempo, se devolvería a la empresa. De esta manera, la empresa podría reutilizar sus piezas para crear móviles nuevos. Nosotros, al devolverlo, alquilaríamos uno nuevo con mejores prestaciones y más moderno.
Así, adaptable a la escasez de materias primas y recursos energéticos, la economía circular evita el impacto ambiental y los daños irreversibles en el clima y la biodiversidad, reduciendo las emisiones de gases invernadero. De esta manera, aporta un bienestar socioeconómico para las generaciones presentes y futuras.
El estado de la economía circular en España
Por supuesto, para cambiar el modelo económico actual, se necesitan nuevas iniciativas políticas, empresariales y sociales. Por desgracia, actualmente en España no se está haciendo prácticamente nada para dar el cambio. El Gobierno dispone de una Estrategia de Economía Circular que debería ir en línea con el Paquete de Medidas y el Plan de Acción de la Comisión Europea, pero a día de hoy la implantación de la economía circular sigue siendo muy limitada y poco profunda en España.
En el informe Situación y evolución de la economía circular en España, de la Fundación Cotec para la Innovación, detallan que hasta el momento las medidas adoptadas han estado principalmente centradas en las políticas ambientales de la fase final del ciclo económico, como por ejemplo la gestión de los residuos. Y aunque la transición hacia una Economía Circular es una ventaja, ya que España incrementaría su propia competitividad y sostenibilidad, construyendo un sistema económico adaptable a la escasez de recursos materiales y energéticos y a la volatilidad financiera, todavía queda mucho por hacer.
¿Qué podemos hacer los consumidores?
Estamos muy (mal) acostumbrados al usar y tirar. Y casi todo lo que hemos tirado sigue ahí, en algún lugar del planeta. Para que esto funcione, tiene que cambiar radicalmente el comportamiento de los consumidores. ¿Te animas a contribuir por un mundo con menos residuos? Te proponemos unos consejos para conseguirlo:
- Reducir. El mejor residuo es el que no se produce.
- Compra solo aquello que realmente necesitas.
- Evita compras excesivas de alimentos que luego puedan ponerse malos.
- Escoge productos que tengan menos envoltorios y sobre todo los que utilicen materiales reciclables.
- Evita envases y materiales de un solo uso.
- Pide recibir tus facturas en formato digital.
- Apuesta por empresas sostenibles, que realicen productos fácilmente reparables y reciclables. Por ejemplo, el caso del smartphone Fairphone, diseñado de forma modular y hecho de forma ética.
- Reutilizar. Saca el máximo provecho a tus cosas y apuesta por lo duradero frente a lo desechable.
- Busca un segundo uso a aquello que vayas a tirar.
- Dona aquello que no quieres para que alguien pueda sacarle partido.
- Lleva tus cosas a tiendas de segunda mano dónde te las compraran, como Cash Converters. También puedes venderlas por internet, con herramientas como Wallapop.
- Usa recipientes, bolsas, servilletas, pañuelos, etc. reutilizables.
- Reparar. Ya sea reparándolo en casa, como reclamando derechos de garantía o buscando empresas que los reparen.
- Reciclar. Siempre que ya no se pueda reutilizar o reparar.
- Separa la basura por tipos. Te dejamos una web que va genial si no sabes dónde van las cosas.
- Lleva a los puntos limpios los electrodomésticos y aparatos que ya no uses.
- Utilizar energías renovables.
- Selecciona para tu hogar una compañía eléctrica que genere su electricidad sólo con energías renovables.
- Instala placas solares o molinos eléctricos.
- Muévete en bicicleta, vehículos no contaminantes o transporte público.
Si ya hubo un cambio impensable en el modelo de economía con la revolución industrial, ¿por qué no podemos volver a cambiar ahora? Disponemos de la capacidad necesaria para hacer la maquinaria que esto requeriría. Somos conscientes de que el sistema actual no se sostiene. Sabemos que compartimos nuestro planeta con otros seres vivos. Hagamos el bien para todos.
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