Esta semana vamos a hablar sobre el plástico. Últimamente se está haciendo mucha campaña en contra de este material debido a su utilización masiva e innecesaria, sobretodo para la fabricación de productos desechables de un solo uso. Entre estos están las botellas de agua, las bolsas de los supermercados, los vasos de café desechables o las pajitas. Esto para nombrar solamente unos cuantos. La buena noticia es que existen alternativas sostenibles para cada una de ellas. 🙂
Pero antes de entrar en materia y hablarte de soluciones, creemos conveniente compartir contigo un par de datos que esperamos que te hagan reflexionar y ser más consciente del verdadero problema que supone el plástico.
Tabla de contenidos
- 1 El plástico: el gran enemigo del planeta
- 2 ¿Qué pasa con todo el plástico?
- 3 ¿Cuánto plástico se recicla?
- 4 1. Utiliza una botella de agua reutilizable
- 5 2. Usa bolsas de tela
- 6 3. Di no a las pajitas de plástico
- 7 4. Compra a granel
- 8 5. Tarros de vidrio para las sobras
- 9 6. Utiliza un vaso reutilizable para el café
- 10 7. Evita las toallitas húmedas
- 11 8. Pásate a la copa menstrual
El plástico: el gran enemigo del planeta
Por desgracia, el plástico se ha convertido en un material tan común y tan usado en todo el planeta que es muy difícil imaginar un mundo sin él. Pero a la vez es prácticamente imposible de eliminar por completo. Recordemos que el plástico no es un material natural, por lo que el planeta no tiene ni idea de cómo digerirlo. Es por eso que tarda cientos de años o más en descomponerse. Así que utilizar un material tan duradero para este tipo de productos es completamente ilógico.
Cada año se producen millones de toneladas de plástico a nivel mundial. Esto significa que hay una gran cantidad de este material en circulación, lo cual nos plantea dos preguntas:
¿Qué pasa con todo el plástico?
La respuesta es verdaderamente escalofriante. Todo el plástico que se ha producido desde su invención hasta la fecha de hoy está todavía en la Tierra.
Sí, lo que lees. Hay que recordar que el planeta es más grande de lo que imaginamos y, aunque la mayoría de plástico sea invisible para nosotros, sigue aquí presente: en los océanos, en las playas, en los bosques, en las calles y en los vertederos. Y cuanto más aumenta la producción de plástico, más aumenta la cantidad de residuos plásticos invisibles en el mundo.
¿Cuánto plástico se recicla?
La respuesta vuelve a ser chocante. Tan solo el 9% ha sido reciclado. Sí, ¡solo el 9%! ¿Pero, por qué tan poco? Recordemos que el plástico no es un material natural, por lo que su composición dificulta el proceso. Esto implica tener que añadirle otros materiales y productos químicos para reciclarlo. El 79% ha acabado en vertederos o dejado tirado en el medio ambiente. El 12% restante ha sido incinerado, liberando así gases tóxicos a la atmósfera.
Después de conocer estos datos tan abrumadores vemos que el reciclaje del plástico no es una solución sostenible. Lo ideal sería eliminar progresivamente la fabricación de plástico y optar por productos más ecológicos. Pero como esto no depende de nosotros, lo mejor que podemos hacer es empezar a tomar medidas individuales para reducir nuestro uso personal.
Para ello, en este post vamos a compartir contigo las 8 alternativas sostenibles que hemos adoptado nosotras para reducir la cantidad de plástico en nuestro día a día. Como verás, muchas de las ideas que te proponemos son muy fáciles de implementar mientras que otras requieren un poco más de compromiso. Pero es importante recordar que empezar a llevar una vida sostenible no se consigue en un día, sino que se trata de un camino por recorrer. Así que si de todas ellas empiezas a implementar solamente una, ya estarás marcando una diferencia. ¡Véamoslas!
1. Utiliza una botella de agua reutilizable
¿Sabías qué de todas las botellas de plástico que se compran cada año, el 80% terminan en los vertederos? Eso significa que muchas de las botellas que podrían ser recicladas nunca terminan siéndolo. Comprar agua embotellada es un gasto innecesario, tanto a nivel económico como a nivel medioambiental. Y especialmente en todas aquellas zonas donde el agua del grifo es potable.
La mejor opción es utilizar una botella de agua reutilizable. Nuestras favoritas son las de Klean Kanteen. Son botellas hechas de acero inoxidable por lo que son muy duraderas y, además, son súper asequibles. Las tienen de diferentes tamaños, colores e incluso para los más pequeños de la casa.
Nosotros procuramos llevarla siempre encima, así evitamos tener que comprar agua embotellada cuando estamos fuera, además de ser una forma ideal para mantenernos hidratadas a todo tiempo.
2. Usa bolsas de tela
Las bolsas de plástico, como las que dan en los supermercados, son uno de los residuos plásticos más contaminantes de todos, que pueden tardar hasta 200 años en desintegrarse.
Por suerte, en muchos países, los supermercados ya te las cobran. Esto ha hecho que la gente cambie sus hábitos de compra evitando así su consumo masivo pero, a pesar de esto, siguen siendo uno de los productos más usados en nuestra cultura. Y aunque sí pueden ser recicladas, su reciclaje no es rentable ya que cuesta más reciclarlas que producirlas nuevas.
La mejor alternativa a la bolsa de plástico es la bolsa de tela y, si es ecológica, mejor. Las hay de muchos modelos, tamaños y colores, y las hay de plegables que pueden ser muy prácticas para esas compras imprevistas.
Esta fue la primera alternativa que adoptamos nosotras y, tras nuestra experiencia, te recomendamos que siempre lleves encima una de plegable por si las moscas. Y, si algún día te la olvidas, siempre puedes utilizar tu mochila, bolso o simplemente llevar tu compra en la mano.
En el caso de que tengas que usar una bolsa de plástico, lo mejor que puedes hacer después es reutilizarla para las próximas compras hasta que se desgaste. Después de eso, recíclala.
3. Di no a las pajitas de plástico
Las pajitas de plástico se han convertido en un gran amenaza para el planeta, especialmente para los animales marinos. Solo en España se consumen más de 5.000 millones de pajitas al año y, lo peor de todo, es que ninguna de ellas es biodegradable, lo que supone cientos de años de residuos para el medio ambiente.
Al fin y al cabo, las pajitas son innecesarias. Así que lo mejor que puedes hacer es directamente no utilizarlas o invertir en una pajita reutilizable de acero inoxidable que puedas usar una infinidad de veces.
4. Compra a granel
Comprar a granel es, sin duda, la mejor forma de ahorrar en envases de plástico. Pero además de esto tiene muchas otras ventajas interesantes. ¡Veámos algunas de ellas!
Comprar a granel te permite comprar las cantidades justas que necesitas, evitando así el exceso de alimentos que después se ponen malos y tienen que terminar tirándose a la basura. También es una alternativa genial para cuando tengas que hacer una receta concreta y solo necesitas unas cantidades específicas de ciertos ingredientes.
Las tiendas a granel trabajan con productoras más pequeñas y de la zona, por lo que la procedencia de los productos es local. Esto, además, supone una reducción en el transporte y de las emisiones de gases tóxicos a la atmósfera.
Los alimentos que encontramos en estas tiendas son productos naturales, sin procesar y sin nada añadido, por lo que son mucho más sanos.
Afortunadamente, cada vez están apareciendo más tiendas libres de plástico que apuestan por esta mentalidad de consumo. Y, en caso de no poder comprar a granel, es preferible comprar productos envasados en vidrio antes que los envasados en plástico.
5. Tarros de vidrio para las sobras
La mejor opción para guardar tus sobras es en tarros de vidrio. A diferencia del plástico, el vidrio es menos contaminante y puede reciclarse una y otra vez, convirtiéndolo en un nuevo envase. Además, logra conservar perfectamente las propiedades de los alimentos por más tiempo.
Y, si eres de los que cada día se prepara la comida para llevar al trabajo, te recomendamos que también utilices recipientes de vidrio.
6. Utiliza un vaso reutilizable para el café
Durante los últimos años se ha puesto muy de moda pedir el café para llevar. Pero el problema de los vasos de café desechables es que están hechos de materiales muy pegados entre sí y muy difíciles de separar, lo cual dificulta su reciclaje. Para ello, la alternativa eco es utilizar un vaso reutilizable. Encontrarás muchos modelos en el mercado: desde vasos de acero inoxidable hasta vasos de porcelana.
¡Solo hace falta que no se te olvide cogerlo cada mañana antes de salir!
7. Evita las toallitas húmedas
Aunque a primera vista pueden ser muy cómodas, a largo plazo pueden ser dañinas para la piel. Y, como no, son peligrosas para el medio ambiente ya que no son biodegradables, a pesar de que algunas marcas nos hacen creer que sí. Al igual que muchos otros residuos plásticos, acaban arrojadas en el mar.
8. Pásate a la copa menstrual
Esta última recomendación va para nuestras lectoras. Tanto las compresas como los tampones no se pueden reciclar, por lo que terminan en los vertederos y los océanos. Si tenemos en cuenta que la mitad de la población son mujeres y que 800 millones de ellas tienen la menstruación cada día, eso significa que cada día se tiran millones y millones de compresas y tampones a la basura. ¡Una barbaridad!
Por este motivo os recomendamos empezar a utilizar la copa menstrual. Nuestra favorita es la NaturCup, una copa reutilizable, saludable y ecológica. Está fabricada con silicona médica y es 100% hipoalergénica, es decir, no produce reacciones alérgicas. De manera que no solo es mejor para el planeta sino que también es mejor para tu cuerpo.
Como puedes ver, a día de hoy, un mundo libre de plásticos sigue siendo una utopía. Pero por suerte cada vez somos más las personas que buscamos alternativas sostenibles a este material tan contaminante. Reducir el plástico de tu vida no es imposible pero requiere compromiso, así que te aconsejamos que empieces a poco a poco y que disfrutes del proceso.
¿Tienes alguna alternativa que no esté en la lista? Compártela en los comentarios para que entre todos reduzcamos la cantidad de plástico en el mundo. 🙂
¡Un abrazo!
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