Black Friday, Cyber Monday, rebajas, da igual como lo llames. El único objetivo de todo este tinglado es que consumas. Que consumas compulsivamente sin pensar si realmente lo necesitas o si te hace feliz. Y es que cada vez más, vivimos con más y más cosas. Estamos rodeadas de objetos que se llenan de polvo en una estantería o se olvidan en un cajón.
El Black Friday es peor que los días antes de Navidad. Un día de consumo frenético como ningún otro. ¿Y por qué? ¿Alguna vez te has preguntado de dónde sale este loco día de consumo?
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Black Friday, ¿de dónde has salido?
Por supuesto, esta «fiesta» solo podía tener sus orígenes en el país que parió al centro comercial: Estados Unidos, el país más consumista del mundo. Es tal la magnitud de la tragedia, que muchas empresas estadounidenses dan este día libre a sus empleados para que puedan comprar sin ton ni son.
Que irónico que esta «fiesta» se celebre justo el día después de Acción de Gracias, cuando los americanos dan las gracias por todo lo que ya tienen.
¿Por qué lo adoptamos como si fuese nuestro?
También es mucha casualidad que todas las costumbres y tendencias que adquirimos de EEUU estén relacionadas con el consumismo: Halloween, Black Friday, McDonalds, Coca Cola, etc. ¡Qué raro que ellos todavía no hayan adoptado a los Reyes Magos!
Y es que parece ser que todo lo que posees tiene que ser un reflejo de lo que eres. A más objetos, más dinero y más poder. Pero esto ya no es así. Tenemos que cambiar esa creencia. A más posesiones, más codicia, más avaricia y menos respeto por el Planeta y los seres que habitamos en él. Porque aunque aquello te haga feliz durante unas horas o incluso días, puede tener un impacto devastador en otra parte del mundo.
Black Friday, ¿qué pretendes?
La combinación de descuentos increíbles, precios muy bajos, ofertas irresistibles y unidades limitadas nos hacen sentir que desaprovechamos una oportunidad única si no compramos nada ese día. Como resultado, se da un consumo excesivo de cosas innecesarias.
En estas más de 24h de rebajas, lo que más se consume es ropa (un 90%), seguido por aparatos electrónicos (un 5%). El 5% restante se divide entre artículos para practicar deporte, perfumes y joyas.
Primer puesto: Ropa
Y como la ropa es tan barata, la moda rápida es la que se lleva la medalla de oro como producto más vendido durante el Black Friday.
Para la producción de ropa se utilizan grandes cantidades de agua dulce y, por si fuera poco, se contaminan muchas otras como las de los ríos y mares con productos químicos tóxicos. Y esto sin hablar de las demás consecuencias, como son las pésimas condiciones laborales de los trabajadores o la explotación infantil.
Ya de por sí compramos y tiramos muchísima más ropa de la que el planeta puede soportar, y el Black Friday no ayuda. Menos de un 1% de estas prendas se reciclan, las demás terminan directamente al vertedero o se incineran.
Pero esto los ojos de muchos consumidores no lo ven, solo ven los chollazos.
Segundo puesto: Tecnología
En segundo puesto tenemos a los aparatos electrónicos. Cada dos por tres nos bombardean con anuncios de los últimos modelos en teléfonos móviles, ordenadores o televisores, entre otros. Cada uno con nuevas características que, supuestamente, nos harán más felices. ¿Pero qué impacto ambiental ocultan nuestros dispositivos?
Igual que con la ropa, hay todo un sistema montado que está afectando a países enteros como el Congo, en África. Este posee el 80% de las reservas mundiales del mineral que se usa para fabricar todos los móviles del planeta. Y la constante extracción de dicha materia prima está arrasando con la erosión del suelo, la deforestación y destrucción de hábitats del país.
Hablando de teléfonos móviles, ¿sabías que estos se usan un promedio de 18 meses antes de reemplazarse por uno nuevo, cuando podrían funcionar por mucho más tiempo? ¡Es que hay que estar a la moda!
Estos acaban en países pobres como Ghana, también en África, donde se les da una segunda vida. Pero una vez «mueren», terminan abandonados en cementerios electrónicos, ya que el país no tiene las infraestructuras para reciclarlos. Y eso sin mencionar que la mayoría de dispositivos rotos también acaban descansando ahí. Pobre África, no se salva de ninguna.
Y para ponerle la guinda al pastel, está la obsolescencia programada. Vamos, que de por sí los fabrican para que duren poco. Así que por mucho que no quieras desprenderte de tus aparatos electrónicos, llegará un momento en que no te quedará más remedio que actualizar.
Si te interesa profundizar en este tema, te recomendamos el documental de Obsolescencia Programada. Tiene ya sus años pero refleja muy bien como el único objetivo de las grandes empresas es generar beneficios para ellos mismos, sin importar el impacto que esto pueda tener. La calidad ya no importa. Es más importante que el dispositivo se rompa y tenga que ser reemplazado cada 2 x 3. Además, las reparaciones suelen ser tan caras y difíciles, que sale más a cuenta comprarte uno nuevo.
Otro punto importante: Reparto
A parte de todo esto, hay que tener en cuenta la cantidad de envíos que van a realizarse durante los días que siguen al Black Friday. Eso significa cantidades espeluznantes de CO2 lanzado a la atmósfera.
Según las previsiones, en España el 55% hará sus compras online, el 44% online y en tiendas físicas y solo un 1% lo hará en tiendas físicas. Y a esto hay que sumarle el Cyber Monday, que es el lunes siguiente al Black Friday, y que son ofertas exclusivamente online. Justo el año pasado, en el Reino Unido, se estimaron 82.000 furgonetas diésel entregando más de £7 billones en compras.
Black Friday sostenible: convirtamos el negro en verde
Hay varias opciones para combatir el Black Friday.
Una de ellas anima a no comprar nada para convertir este día en un acto simbólico en contra del consumismo excesivo. Al fin y al cabo, es lo más sostenible.
Pero si realmente lo necesitas, aprovecha este día para buscar alternativas. No se trata de no comprar nunca nada. Se trata de hacerlo con cabeza. El consumo no es negativo, el consumo implica crecimiento social. ¿Pero hacia dónde queremos que vaya este crecimiento? Cada vez que compramos estamos apostando por unos valores. Apuesta por comercio local, justo y respetuoso con el medio ambiente. Hace tres años nació en España el Green Friday, un movimiento que pretende dar a conocer, en este día de consumo sin límites, empresas sostenibles. Te recomendamos que pases por su web a conocerlas.
¡Pruébalo! Empieza a cuestionarte qué compras, dónde lo compras y por qué lo compras. Te sorprenderás al poco tiempo viviendo con menos, disfrutando más de lo que ya tienes y siendo más feliz. Además descubrirás que hay alternativas sostenibles para todo. 🙂
¡Feliz Black Friday sostenible!
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